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Archive for the ‘Reflexion’ Category

Una pregunta a Dios

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Las escrituras en el Evangelio de Marcos nos hablan de un día en el que hubo oscuridad en toda la tierra durante tres horas; él día en que el Hijo de Dios fue crucificado-Marcos 15:34 nos dice que Jesús clamo una pregunta al Reino de los cielos “Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”)”.

Están humano sentirse abandonado cuando las calamidades de este mundo se nos vienen encimas, cuando al llegar a la cima de la montaña resbalamos, cuando sentimos el dolor de la traición, la angustia de la muerte- Jesús fue Dios en carne , fue humano de igual manera que tú y yo se sintió solo y pregunto al Padre , “por qué me has desamparado”-Marcos relata que después de dichas estas palabras Jesús bebió agua y lanzando un fuerte grito, murió-Marcos 15:37”Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró”.

Jesús pregunto al Reino de los Cielos-contundentemente el Padre tuvo que haber respondió- En el evangelio de Lucas nos relata el mismo suceso tres horas de oscuridad entre la sexta y novena hora con la diferencia que en el versículo 46 del capítulo 23 nos dice que Jesús antes de morir clamo a gran vos “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.”

Estas palabras me hicieron meditar en la respuesta de Dios a Jesús minutos antes de morir- Jesús clamando una respuesta ante al abandono del Padre- Dios respondiéndole, dándole a conocer que Él estaba ahí, que absolutamente todo estaba en El control de sus manos- Aquí estoy Hijo mío, me has complacido en todo, aquí tu estas reposando en mi manos, no te he abandonado…

Jesús simplemente al saber la respuesta, al conocer que El padre lo sostenía en el poder de sus benditas manos clamo; “Padre, aquí estoy reposando en tus manos toma mi espíritu”. Cuantas veces nos enfrentamos ante situaciones desamparadores en donde creemos que Dios nos ha abandonado, el dolor llena nuestros corazón acompañado de rencor y soledad, sin embargo al preguntar por Dios nos llenamos de esas lagrimas que enjuagan nuestras penas y así como los pecados fueron lavados de la cara del rey David así nuestro dolor es desvanecido al saber que reposamos en las manos de nuestro Dios. En las manos de Dios todo manto adverso a la voluntad de Dios es rasgado- esta escena fue tan impactante que el mismo centurión en frente de Jesús al oírle y ver cómo murió declaro “¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!”

Orlando Irías

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